El día en que una mujer da a luz es el día en que tiene más probabilidades de morir. 

Aproximadamente 800 mujeres mueren cada día por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto; es decir, una mujer cada dos minutos. Por cada mujer que muere, entre 20 y 30 sufren lesiones, infecciones o discapacidades relacionadas con el parto. La mayoría de estas muertes y lesiones son totalmente prevenibles. 

Lograr que la maternidad sea más segura es un imperativo de derechos humanos. Es el núcleo del mandato del UNFPA.

Nuestros programas, que funcionan en más de 150 países y territorios con el 80 por ciento de la población mundial, promueven el cumplimiento de los derechos y de las opciones sexuales y reproductivas. Trabajamos con gobiernos, expertos en salud y la sociedad civil para capacitar a trabajadores de la salud, mejorar la disponibilidad de medicamentos esenciales y servicios de salud reproductiva, fortalecer los sistemas de salud y promover estándares internacionales de salud materna.

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Avances significativos, pero insuficientes

En los últimos tres decenios se han logrado avances importantes, pero queda mucho camino por recorrer.

Si bien la mortalidad materna ha disminuido en un 34 por ciento desde 2000, los datos recientes muestran que los progresos se han estancado desde 2015. En 2020, se estima que 287.000 mujeres murieron por causas relacionadas con el embarazo o el parto. Alrededor del 70 por ciento vivía en el África subsahariana. La mayoría de murieron de sangrado severo, sepsis, preeclampsia, parto obstruido y las complicaciones provocadas por abortos peligrosos, todas causas para las cuales hay intervenciones altamente eficaces. 

Cuando las madres mueren, sus familias son mucho más vulnerables, y sus bebés son más propensos a morir antes de cumplir dos años.

Trabajar por la supervivencia de las madres es una prioridad clave de desarrollo. La Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo pidió que se lograra una reducción del 75 por ciento de la mortalidad materna entre 1990 y 2015, pero este sigue siendo un programa inconcluso. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, también conocidos como los Objetivos Mundiales, piden que la tasa mundial de mortalidad materna se reduzca a 70 muertes por cada 100.000 nacidos vivos para 2030. Algunos países del Asia meridional y muchos países del África subsahariana no están en camino de alcanzar ese objetivo. 

La mejor manera de lograr este ambicioso objetivo es garantizar que todas las mujeres tengan acceso a métodos anticonceptivos para evitar embarazos no planificados; proporcionar a todas las embarazadas atención cualificada y respetuosa en un entorno seguro durante el parto; y asegurar que las mujeres con complicaciones tengan acceso oportuno a atención obstétrica de emergencia de calidad.

Si bien el 83 por ciento de los países que presentaron informes han fijado metas nacionales para reducir las tasas de mortalidad materna y neonatal, sólo el 61 por ciento ha calculado los costos de los planes, y solo el 12 por ciento de los planes han sido totalmente financiados.

Atención prenatal

La atención prenatal es parte importante de la atención básica de la salud materna. Las mujeres embarazadas deben recibir al menos ocho visitas de atención prenatal, en las que un trabajador de la salud verifique si hay signos de mala salud, como tener bajo peso o padecer anemia, hipertensión o infección, y vigilar la salud del feto. 

Durante estas visitas, se asesora a las mujeres sobre nutrición e higiene para mejorar su salud antes y después del parto. El UNFPA y la Organización Mundial de la Salud recomiendan encarecidamente que las y los trabajadores de la salud elaboren un plan de preparación para el parto y para las complicaciones, un componente esencial de la atención prenatal, que establezca cómo recibir atención y qué hacer en caso de emergencia.

Debido a que estas visitas pueden ser la primera interacción de una mujer con el sistema de salud, son una oportunidad importante para apoyarla en alcanzar el éxito en materia de su propia salud y derechos sexuales y reproductivos, al tiempo que se evalúa su salud general. Se puede aconsejar a las mujeres sobre la elección de un método anticonceptivo moderno apropiado para ellas y pueden aprender sobre los beneficios para la salud de espaciar los nacimientos y cómo planificar sus familias. También se les asesora sobre la atención del recién nacido, la planificación de la familia después del parto y la importancia de la inscripción de los nacimientos.

Sin embargo, la gran mayoría de las complicaciones obstétricas son impredecibles, y surgen con poca o ninguna advertencia entre las mujeres sin factores de riesgo. Si bien las visitas prenatales pueden no prevenir la mayoría de las complicaciones, algunas pueden identificarse y abordarse de manera oportuna, y las mujeres que reciben atención prenatal tienen más probabilidades de dar a luz con la ayuda de una partera calificada que pueda reconocer y enfrentar estos problemas.

Atención obstétrica de emergencia

La atención obstétrica de emergencia es fundamental para reducir la mortalidad materna. Las cinco causas directas principales de muerte materna (hemorragia, sepsis, aborto en condiciones peligrosas, trastornos hipertensivos y parto obstruido) pueden tratarse en un centro de salud bien equipado y con personal suficiente. En tales entornos, también se pueden salvar la mayoría de los recién nacidos con asfixia o infección.

En caso de complicaciones, todas las mujeres y los recién nacidos deben tener acceso rápido a instalaciones obstétricas de emergencia que funcionen bien y que cumplan con las normas de calidad de la atención. Del mismo modo, a largo plazo, todos los nacimientos deben tener lugar en instalaciones adecuadas, como es el caso en todos los países que han logrado reducir significativamente su mortalidad materna.

Atención postnatal

La atención posnatal, que se presta dentro de las primeras 24 horas del parto, seguida del tercer día después del parto, y luego en la segunda y sexta semanas, es tan importante como la atención prenatal. El sangrado, la sepsis y los trastornos hipertensivos pueden ocurrir después de que una mujer abandone el centro de salud. Los recién nacidos también son extremadamente vulnerables en el período inmediatamente posterior al nacimiento. El UNFPA, la Organización Mundial de la Salud y el UNICEF recomiendan encarecidamente que un trabajador sanitario realice visitas de seguimiento para evaluar tanto a la madre como al niño en el período posnatal.

El UNFPA en el trabajo

Lograr que la maternidad sea más segura es una prioridad fundamental para el UNFPA, y trabajamos a todos los niveles para promover el acceso universal a la atención y la consecución de los derechos de salud sexual y reproductiva, incluso mediante la promoción de normas internacionales de salud materna y la prestación de orientación y apoyo a los sistemas de salud.

Los programas apoyados por el UNFPA fortalecen los recursos humanos, la atención obstétrica y neonatal de emergencia y la atención respetuosa y centrada en el ser humano. Entre sus numerosos programas y a través de su emblemático Fondo temático para la salud de la madre y el recién nacido, el UNFPA ayuda a capacitar a las parteras, presta apoyo a los centros y redes de atención obstétrica y neonatal de emergencia, y proporciona medicamentos esenciales y servicios de planificación familiar. El UNFPA también apoya la aplicación de sistemas de examen y respuesta a las muertes maternas, que ayudan a los funcionarios a comprender cuántas mujeres mueren y por qué, así como a responder adecuadamente.

El UNFPA también dirige a nivel mundial la Campaña para erradicar la fístula, con el fin de intensificar los esfuerzos a fin de garantizar que todas las mujeres tengan acceso a servicios de salud materna de alta calidad. En todo el mundo, 500.000 mujeres y niñas viven con fístula obstétrica, una de las lesiones más graves, debilitantes y socialmente aislantes que ocurren en el parto. El UNFPA ha prestado apoyo directo a más de 40.000 mujeres mediante cirugía de reparación de fístula, mientras que 13.870 sobrevivientes de fístula han recibido apoyo integral para la reintegración y rehabilitación; el 71 por ciento de los países que reciben apoyo cuentan ahora con una estrategia nacional para erradicar la fístula.

Además, el UNFPA procura que el embarazo y el parto sean lo más seguros que sea posible en situaciones de emergencia humanitaria.

Actualizado el 24 de noviembre de 2024

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