Siete años después de verse obligados a huir de sus hogares en Myanmar, más de un millón de refugiados rohinyá permanecen en los campamentos del distrito de Cox’s Bazar en Bangladesh. Otras 36.000 personas han sido reubicadas en la isla de Bhasan Char. Más de la mitad son mujeres y niñas que viven en condiciones precarias, lo que hace que dependan totalmente de la asistencia humanitaria.

La mayoría de los refugiados viven en refugios temporales y superpoblados que ofrecen poca privacidad y son muy vulnerables a los efectos de las perturbaciones climáticas (como ciclones, incendios y deslizamientos de tierra) y a los retos de una crisis prolongada. La disminución de la financiación humanitaria ha llevado al límite los servicios básicos, mientras que el aumento de la inseguridad en los campamentos restringe la movilidad y ha dejado a las mujeres y niños más expuestos a la violencia.

El UNFPA, en asociación con el gobierno de Bangladesh, presta servicios de salud sexual y reproductiva a las mujeres y niñas de los campamentos y las comunidades de acogida. Esto incluye el despliegue y la formación de parteras y especialistas en salud materna, así como la movilización de trabajadores sanitarios comunitarios que sensibilizan sobre los servicios disponibles y promueven la planificación familiar voluntaria. El UNFPA también presta apoyo a múltiples centros sanitarios, entre ellos el Hospital de la Amistad en Ukhiya, que presta atención obstétrica de emergencia tanto a las refugiadas como a las comunidades de acogida y proporciona más del 90% de los suministros de salud reproductiva de toda la respuesta humanitaria.

Hay disponibles servicios de salud reproductiva y contra la violencia de género a través de 55 espacios amigables para mujeres apoyados por el UNFPA en todos los campamentos. Estos espacios seguros proporcionan atención médica integral y apoyo psicosocial a las supervivientes de la violencia y las derivan a servicios especializados. Diez centros comunitarios dirigidos por mujeres y un centro polivalente apoyan programas de bienestar psicosocial y desarrollo de aptitudes para mujeres, hombres, niñas y niños.

El UNFPA también apoya ocho espacios juveniles en los campamentos y en las comunidades de acogida, donde adolescentes y jóvenes pueden acceder a educación en aptitudes para la vida, formación profesional y sesiones de sensibilización sobre salud, violencia de género y derechos.

En 2024, el UNFPA prestó servicios de salud reproductiva y protección a más de un millón de personas.

Actualizado el 3 de febrero de 2025