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Unidas de por vida: Una estudiante de partería apoyada por el UNFPA en Gaza trae al mundo a su propia hermanita
- 29 Junio 2023
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GAZA, Palestina – Todo sucedió muy rápido. En un momento, Raneen, en ese entonces estudiante de 23 años de edad, había ya notado el comienzo de los dolores de parto de su madre; al siguiente, estaba ayudando a dar a luz a su propia hermanita.
“Le pedí a mi madre que fuera al hospital, pero no me escuchó”, relató Raneen. “Me sorprendió la velocidad del proceso”.
En todo el mundo, garantizar la seguridad tanto de las madres como de los bebés antes, durante y después del parto puede ser una hazaña desafiante. Datos recientes indican que los problemas relacionados con el embarazo y el parto se cobran la vida de unas 800 mujeres cada día, a pesar del hecho de que la abrumadora mayoría de las muertes maternas son prevenibles.
“Es inaceptable que tantas mujeres sigan muriendo innecesariamente durante el embarazo y el parto”, declaró la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. “Podemos y debemos mejorar invirtiendo urgentemente en planificación familiar y solventando la escasez mundial de personal de partería (cifrada en 900 000 profesionales) para que todas las mujeres puedan recibir la atención vital que necesitan”.
El UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas dedicado a la sexualidad y la reproducción, trabaja en todo el mundo para ampliar la cantidad mundial de parteras y capacitarlas adecuadamente. En Gaza, el organismo apoya programas de capacitación de parteras destinados a empoderar a las y los proveedores de atención de la salud con las habilidades, los conocimientos y las herramientas necesarias para traer vida al mundo y salvar a las personas en situaciones de emergencia.
Este entrenamiento le sirvió a Raneen esa noche en agosto de 2021, mientras su madre le gritaba: “¡Ayúdame! Estás estudiando partería. No dejes que nada le pase a tu hermana”.
Respondiendo al llamado
Las parteras en todas partes desempeñan un papel fundamental en la garantía de la salud y el bienestar de las mujeres y las niñas. Sin embargo, la capacidad de las parteras bien capacitadas para ayudar a evitar dos tercios de las muertes maternas y recién nacidas podría ser especialmente significativa en Gaza, donde factores que se superponen, como la ocupación israelí, la pobreza, las limitaciones del sistema de salud y la desigualdad de género, ponen a una de cada cuatro embarazadas en riesgo de morir durante el parto.
“Ser partera en Palestina trasciende la condición de una mera profesión; es un llamamiento”, plantea Reem Miqdadi, analista del programa de salud sexual y reproductiva del UNFPA en Palestina.
El UNFPA calcula que ocurren al menos 150 nacimientos en promedio en Gaza cada día. Aunque cada uno requiere atención segura y de calidad, el sistema de salud de Gaza ha sido durante mucho tiempo insuficiente y se ha visto abrumado, una situación que solo ha empeorado en medio de la epidemia de COVID-19 y las recientes escaladas militares.
Es en este difícil entorno que las parteras de Gaza han dado un paso adelante para ayudar a las mujeres y niñas.
“El UNFPA está allí para apoyar a las parteras en su llamamiento y continuar empoderándolas para fortalecer los servicios de salud sexual y reproductiva, mientras nos esforzamos por garantizar que todas las mujeres tengan acceso a parteras calificadas que brinden atención segura, inclusiva y de calidad”, manifestó la Sra. Miqdadi.
Aprender en el trabajo
En agosto de 2021, Raneen había llamado a una ambulancia para su madre y estaba esperando a que llegara. Habían pasado solo dos horas desde que comenzó el parto de su madre, pero se asomaba la cabeza de su hermana.
“Me di cuenta de que tenía que actuar”, dijo.
Sin equipo de enfermería estéril, Raneen usó bolsas de plástico para dar a luz a su hermana y cortó el cordón umbilical con una nueva cuchilla de afeitar. Los paramédicos llegaron justo cuando Raneen sacó la placenta de su madre.
Aunque Raneen estaba inicialmente preocupada de que su madre y su hermana sufrieran complicaciones, afortunadamente, ambas tuvieron una experiencia segura y saludable. El nombre de su hermana es Wisam, que significa “medalla” en árabe.
“Para mí, el parto fue un trofeo y una medalla”, se regocijó Raneen. “Este incidente permanecerá vivo en mi memoria. Wisam es un símbolo de mi éxito futuro como partera”.