Noticias

Sobrevivir en Gaza: La lucha silenciosa de las adolescentes

Una joven mira a cámara con los brazos cruzados
Las adolescentes de Gaza se enfrentan a retos abrumadores. Muchas deben lidiar con traumas, desplazamientos y una necesidad crítica de apoyo psicosocial para superar las secuelas emocionales de la guerra. Foto © Hosni Salah.
  • 23 Enero 2025

FRANJA DE GAZA, Territorio Palestino Ocupado – «Nuestra vida se convirtió en una tragedia», afirmó Mariam*, de 15 años, tras 15 meses de guerra en Gaza.

«La falta de medicinas, la escasez de alimentos, el agua contaminada... además nos vimos desplazadas de un lugar a otro, viviendo en tiendas de campaña», explicó al UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud sexual y reproductiva.

Mariam vive actualmente en la ciudad de Gaza, pero su historia es una más entre las innumerables historias de jóvenes desplazadas por toda Gaza. La guerra ha devastado comunidades, ha obligado a las familias a abandonar sus hogares en múltiples ocasiones y ha afectado gravemente la salud mental y el bienestar de casi todo el mundo, especialmente de los jóvenes como Mariam.

Un informe reciente ha revelado que, desde el comienzo de la guerra, más de la mitad de los jóvenes de Gaza se sienten inseguros y el 91% informó del empeoramiento de su estado de salud. También en la ciudad de Gaza, Fátima*, de 14 años, declaró al UNFPA: «Nos vemos obligados a vivir hacinados en tiendas de campaña, sin intimidad. El calor es insoportable y no hay agua limpia».

La falta casi total de productos menstruales, instalaciones higiénicas y agua limpia han aumentado el riesgo de infecciones y la malnutrición generalizada y el acceso inadecuado a la atención sanitaria agravan el impacto y la duración de las enfermedades.

Asimismo, se ha informado de que la violencia de género y la explotación también están aumentando considerablemente, especialmente entre las mujeres y niñas desplazadas en refugios superpoblados y en los puntos de distribución de ayuda.

Una niña cuelga la ropa entre tiendas de campaña
Las adolescentes y mujeres de Gaza se enfrentan a inmensos retos, con condiciones de hacinamiento, acceso limitado a las necesidades básicas y la carga constante del desplazamiento y la inseguridad. Foto © UNFPA/Media Clinic.

La carga invisible

Más del 20% de la población de Gaza tiene menos de 29 años y muchos de ellos han perdido familiares, amigos, hogares y la oportunidad de estudiar. «Me encantaba estudiar y salir, pero mi vida cambió cuando empezó la guerra», relató Fátima. «En la tienda de campaña me paso todo el día trabajando, limpiando y preparando la comida. Es agotador».

Según muestra el informe, las secuelas psicológicas de la guerra han provocado un aumento de los casos de ansiedad grave, depresión y trastorno de estrés postraumático. Con sólo 19 años, Nour* ha perdido a toda su familia en el conflicto. «Soy la única superviviente», declaró al UNFPA. «Pasé días muy duros y difíciles en circunstancias extremas. Estaba herida y no me permitieron viajar para recibir tratamiento».

Rana*, de 15 años, que también fue desplazada en la gobernación central, recordó las aterradoras explosiones que escuchó a su alrededor. «Estás sentada y de repente se produce un bombardeo cerca de ti, los niños gritan y hay fragmentos de cadáveres de personas asesinadas».

Muchas niñas cuentan que el terror les impide dormir, una situación que están aceptando como su nueva normalidad. «Nos han desplazado casi nueve veces y hemos perdido a familiares. No hay seguridad y vivimos con el miedo constante de perder más», afirmó Sara*, de 18 años.

«El peaje psicológico, el miedo constante y la desesperanza, es lo más difícil de soportar».

Tres niñas trabajan cocinando y limpiando junto a una tienda de campaña abierta
Las adolescentes de Gaza asumen inmensas responsabilidades, desde cocinar y limpiar en tiendas de campaña hacinadas hasta afrontar los retos diarios de la supervivencia en medio de la violencia y el desplazamiento. Foto © UNFPA Palestina/Sharek Youth Forum 

Necesidad de ayuda

El informe también ha revelado que casi tres cuartas partes de las niñas de Gaza no tienen acceso a productos de higiene menstrual y el 71% de ellas afirman que la presión para casarse antes de cumplir los 18 años para ayudar a su familia a hacer frente a la situación económica es cada vez mayor. Antes de la guerra, Gaza tenía altas tasas de alfabetización y asistencia a la escuela, pero con casi todos los edificios escolares demolidos o dañados y cientos de maestros asesinados, los jóvenes de Gaza se enfrentan a una lucha aún más complicada para asegurarse el futuro que merecen. «Antes soñaba con labrarme un futuro mejor, pero la guerra ha acabado con mis aspiraciones», dijo Layla*, de 15 años.

Los programas dirigidos por el UNFPA en asociación con las ONG locales Save Youth Future Society (SYFS) y Sharek Youth Forum son vitales para atender estas necesidades. Mediante el apoyo psicosocial y el asesoramiento, ofrecen a las niñas la oportunidad de procesar su trauma y comenzar a sanar. A Layla le devolvieron la esperanza. «Gracias a las iniciativas educativas, pude volver a la escuela y convertirme en un apoyo para mis familiares y los niños del campamento de desplazados».

El UNFPA también trabaja con voluntarios que han creado espacios temporales educativos y de aprendizaje de habilidades para la vida destinados a los jóvenes y ofrece campañas de sensibilización, kits de higiene para adolescentes, actividades recreativas y programas deportivos para ayudarles a recuperar la sensación de normalidad. «Tenemos que apoyarnos los unos a los otros», afirmó Mariam.

Un rayo de esperanza

La noticia del alto el fuego ha supuesto un alivio para el millón de mujeres y niñas que han vivido bajo los bombardeos durante los últimos 470 días. Menos de la mitad de los 36 hospitales de Gaza siguen en funcionamiento, millones de personas han perdido sus hogares y a sus seres queridos y la mayoría carece de lo más básico para sobrevivir.

En 2025, el UNFPA tiene previsto crear centros polivalentes para jóvenes y tiendas de campaña para niñas en toda la Franja de Gaza que ofrecerán intervenciones integradas de salud mental en programación para jóvenes, educación y recursos esenciales como productos de higiene menstrual, además de protección contra prácticas nocivas como el matrimonio precoz.

Dar prioridad a la recuperación, la estabilidad y el futuro bienestar de los jóvenes de Gaza será esencial para garantizar que puedan reconstruir sus vidas. «Mi mayor deseo es volver a casa y ver a mis amigos», expresó Layla. «He empezado a volver a ser como era antes».

*Se han cambiado los nombres por motivos de privacidad y protección

Utilizamos cookies y otros identificadores para mejorar su experiencia en línea. Al utilizar nuestro sitio web usted acepta esta práctica, consulte nuestra política de cookies.

X