Paso a paso: cómo una superviviente del terremoto de Siria reconstruyó su vida

ALEPO, República Árabe Siria – «Mi sufrimiento comenzó con la crisis en Siria, luego la situación económica empeoró y la gota que colmó el vaso fue el terremoto».

Najwa Bikdash, de 52 años, reside en el vecindario de Bustan Al Zahra, en Alepo. Tras 20 años de matrimonio, su esposo las abandonó a ella y a sus cuatro hijas, dejando a la familia a su suerte económicamente. Pero los años de maltrato psicológico del matrimonio habían dejado su autoestima por los suelos: no se veía capaz de sobrevivir sola.

Decidida a cuidar de sus hijas, descubrió un curso de formación y servicios de asesoramiento en un espacio seguro local para mujeres y niñas apoyado por el UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud sexual y reproductiva. Poco a poco, empezó a reconstruir su vida.

«Llevo cinco años asistiendo al espacio seguro y estoy aprendiendo artesanía y repostería en el centro de apoyo a las mujeres», declara al UNFPA. «Me he dado cuenta de que no hay nada malo en mí como mujer divorciada, sino que, por el contrario, puedo conseguir muchas cosas».

Sin embargo, la destrucción de su hogar y la propagación de la inseguridad debido a los catastróficos terremotos de febrero llevaron a la Sra. Bikdash al límite. El miedo y la ansiedad se apoderaron de ella cuando se vio obligada a trasladarse de un refugio masificado a otro, con escaso acceso a asistencia.

Su único refugio era el espacio seguro, donde las sesiones de apoyo psicosocial le devolvieron una sensación de seguridad que sentía haber perdido con el desastre. «El asesoramiento me ayudó a reconstruir mi confianza paso a paso», explica la Sra. Bikdash. «Ahora estoy pensando en poner en marcha mi propio negocio para financiar las reparaciones de mi casa».

Un espacio para sanar y aprender

Cada día, más de 50 mujeres asisten al espacio seguro apoyado por el UNFPA en Bustan Al Zahra, que es uno de los cinco en funcionamiento en zonas de Siria damnificadas por el terremoto. Estos espacios ofrecen asesoramiento, respuesta a la violencia de género y servicios de recuperación, apoyo a la salud reproductiva y la oportunidad de aprender técnicas de subsistencia para que las mujeres puedan ser económicamente independientes.

Tras los terremotos, el espacio seguro también ofreció refugio y formación en primeros auxilios de emergencia para mujeres y niñas afectadas por las crisis. Esto ayudó a la Sra. Bikdash a ocuparse mejor de la enfermedad de su hija, que sufre ataques convulsivos, y a saber cómo actuar en caso de terremoto.

Esta formación fue de gran ayuda antes de lo que esperaba, cuando otro terremoto sacudió Alepo el 25 de julio. La Sra. Bikdash cuenta al UNFPA: «Tengo miedo porque mi casa tiene grietas y me preocupa que se derrumbe. Seis meses después del último terremoto, estoy cansada. Siempre me siento frustrada».

Cientos de miles de mujeres y niñas que perdieron sus hogares en la catástrofe continúan viviendo en asentamientos inseguros e informales, donde el acceso a servicios de salud reproductiva y de protección es limitado y la intimidad y electricidad escasean; además, la falta de aseos e instalaciones higiénicas genera, especialmente, angustia.

Según los informes, ha aumentado la violencia de género, la explotación, los abusos y los matrimonios infantiles y forzados, así como la violencia doméstica por parte de la pareja. A pesar de que en las zonas afectadas por el terremoto se intensificaron los servicios móviles de protección, la sensibilización y los refugios en tiendas de campaña, los mecanismos de prevención y respuesta se han visto gravemente alterados y la gestión de casos es muy complicada, ya que las personas se desplazan casi constantemente entre refugios y campamentos.

Dar respuesta a las personas más vulnerables en una crisis

Desde el inicio de la crisis en Siria hace más de una década, e incluso tras el destructivo terremoto, el UNFPA ha trabajado con sus asociados sobre el terreno para garantizar que los servicios de salud reproductiva y de protección lleguen a todas las mujeres y niñas que lo necesiten, vivan donde vivan.

Desde febrero de 2023, el UNFPA ha prestado servicios de salud reproductiva y de protección a más de 368.000 personas en las zonas de Siria damnificadas por el terremoto, a través de espacios seguros, equipos móviles y centros de atención integral. El UNFPA solicita 182 millones de dólares para continuar defendiendo los derechos de las mujeres y niñas en Siria y de las personas desplazadas en el resto de la región.

«En medio de estos difíciles acontecimientos, veo que el centro de apoyo a las mujeres es lo mejor que me ha sucedido», afirma la Sra. Bikdash. «Les dije a todas las mujeres de mi vecindario que se asistan para que se beneficien de los programas ofrecidos... ¡Estoy orgullosa de mi progreso!».