A medida que la sequía se recrudece en Kenya, una ambulancia en motocicleta ayuda a las mujeres a obtener atención médica crítica

CONDADO DE TURKANA, Kenya – “Las dificultades provocadas por la sequía han dejado a muchas mujeres en estado de debilidad y desnutrición. No puedo imaginarlas dando a luz sin el apoyo de un profesional de la salud calificado”, declaró Mark Epeyon, voluntario de salud comunitaria en el hospital Katilu, en el condado de Turkana, en Kenya.

En la medida en que la peor sequía en 40 años azota a los países del Cuerno de África, millones de vidas están en juego. Incluso antes de la última crisis climática, las tasas de asistencia especializada en el parto eran bajas en Kenya. A pesar de los avances logrados en los últimos años, el país todavía tiene una alta tasa de mortalidad materna de 342 por cada 100.000 nacidos vivos, de los cuales casi el 90 por ciento se atribuye a una calidad inadecuada de la atención.

Mathew Bundotich, superintendente médico del hospital de Katilu, explicó que las familias ahora se ven obligadas a emigrar cada vez más lejos de los centros de salud en busca de agua, alimentos y pastos para sus animales. Allí donde normalmente las parteras atienden al menos 60 partos al mes, este reveló que desde el inicio de la sequía el número de visitas prenatales ha disminuido. 

“Nos enorgullecemos de haber registrado cero muertes maternas en nuestras instalaciones durante el último año”, dijo el Sr. Bundotich, “pero ahora tenemos que ir a buscar a las mujeres en sus comunidades para poder brindarles atención”.

Acceso todoterreno

El Sr. Epeyon y la nueva ambulancia en motocicleta del hospital les están ayudando a hacer precisamente eso. La ambulancia en motocicleta, que fue donada por el UNFPA y su socio, el Comité Internacional de Rescate, en noviembre de 2022, proporciona transporte de emergencia al hospital, lo que a menudo permite salvar vidas, ya que sin esta no tendrían forma de llegar al centro de salud más cercano. 

Después de haber trabajado en la comunidad durante más de 11 años, el Sr. Epeyon ha dominado el arte de moverse tanto en la carretera como fuera de esta. Pude localizar rápidamente a una madre que necesita ayuda urgente, incluso en las áreas menos accesibles. 

“Me convertí en voluntario de salud comunitaria porque vi el impacto que la falta de información médica adecuada y el acceso a los servicios tenía en mi gente”, dijo al UNFPA. “Cuando mi esposa quedó embarazada por primera vez, dio a luz en casa. Nuestro hijo presentó complicaciones de salud que lo han afectado hasta la edad adulta”.

Para llegar a más mujeres y niñas en las comunidades afectadas por la sequía, el Sr. Epeyon ha ido de puerta en puerta, difundiendo la noticia de la ambulancia en motocicleta y alentando a las embarazadas a llamarlo en cualquier momento que lo necesiten, sin importar que sea de día o de noche. En apenas su primer mes de operación, la ambulancia transportó de forma segura a cinco mujeres con emergencias obstétricas al hospital, lo que probablemente salvó sus vidas y las de sus recién nacidos. 

Partos en medio de la adversidad 

La motocicleta puede transportar de forma segura y cómoda a una paciente, un trabajador médico de extensión y suministros de emergencia para el tratamiento in situ, lo que reduce significativamente el tiempo necesario para brindar asistencia esencial a comunidades de difícil acceso. 

“La camilla también se puede ajustar a la posición semivertical para la transferencia segura de embarazadas y pacientes con problemas respiratorios”, agregó Isaac Kiroso del Comité Internacional de Rescate.

“En el pasado muchas mujeres dieron a luz en la carretera mientras se dirigían al hospital porque vivían demasiado lejos de un centro de salud”, explicó el Sr. Epeyon. “Con la ambulancia en motocicleta, incluso si una mujer da a luz en el camino, puede hacerlo de manera digna, en una camilla cómoda y con la ayuda de un trabajador de la salud y de mí mismo”.

Más de 4,3 millones de personas en Kenya necesitan asistencia humanitaria debido a la sequía en curso, entre ellas 134.000 mujeres embarazadas o lactantes. A través de su Plan de Respuesta para la Crisis de la Sequía en el Cuerno de África 2022-2023, el UNFPA está pidiendo 113,7 millones de dólares para proteger la salud y los derechos sexuales y reproductivos de millones de mujeres y niñas en toda la región.