La igualdad de género es la clave para un futuro mejor para todas y todos, esa opinión es común entre dirigentes mundiales y activistas juveniles en el Foro de París

NACIONES UNIDAS, Nueva York/MANGOCHI, Malawi – En la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer, que tuvo lugar en Beijing en 1995, la entonces primera dama de los Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, anunció que “Los derechos humanos son derechos de las mujeres y los derechos de las mujeres son derechos humanos de una vez por todas”.

Hoy, dirigentes de todo el mundo se reunieron en París para revivir esa consigna. “Hace 26 años, en Beijing, el mundo hizo promesas”, recordó la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA, en la ceremonia de apertura del Foro de la Generación Igualdad. “Ya es hora de cumplir”.

El Foro, convocado por los Gobiernos de Francia y México, en conjunto con ONU Mujeres, reúne a jefas y jefes de estado, activistas, defensores y defensoras y dirigentes feministas de todo el mundo para revisar los avances lo grados con miras al logro de la igualdad de género desde aquella conferencia histórica.

¿Cuánto progreso se ha logrado? Las y los oradores proclamaron que no era suficiente. Durante la pandemia de COVID-19, ese progreso corre riesgo, pues trae consecuencias tales como aumentos en la violencia de género, pérdidas de oportunidades de educación de las niñas y una creciente demanda de trabajo de atención no remunerado. 

“Soy feminista porque el feminismo es humanismo en la defensa de la dignidad de los seres humanos”, manifestó el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

 Pasar la antorcha

Las y los dirigentes mundiales compartieron el escenario con dirigentes juveniles, y pasaron figurativamente la antorcha a jóvenes activistas feministas. 

“Nos mantenemos esperanzadas y optimistas debido a ustedes”, aseguró Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, al dirigirse a las y los jóvenes dirigentes que participaron en el Foro. “Nuestro mundo necesita su liderazgo”.

“Las exigencias de la próxima generación van a ser fuertes y enfocadas”, afirmó Clinton, que habló acompañada de Julieta Martínez, una defensora chilena de 17 años.

“Tenemos que hablar de rendición de cuentas. Tenemos que desempeñar una función en la toma de decisiones. Necesitamos los instrumentos; necesitamos la mecánica para un futuro más sostenible”, señaló Martínez. 

Las y los jóvenes dirigentes recibieron algunos de los aplausos más estridentes de las y los convocados. 

“Las y los dirigentes mundiales, si están con nosotras y si nos apoyan, que se pongan de pie ahora”, pidió Yande Banda, de la Iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación de las Niñas en Zambia, con lo que logró que todas las y los asistentes en la sala de conferencias se levantaran de sus asientos. 

Las niñas se levantan en todas partes

Esta historia (de las hijas del feminismo que se levantan para tomar las riendas) está ocurriendo en todo el mundo. 

En Mangochi, Malawi, por ejemplo, un grupo de madres se reunió para luchar por los derechos de las niñas. La tasa de deserción escolar es elevada en su comunidad, al igual que el índice de matrimonio infantil. Muchas de las mujeres han sido novias. El grupo de madres de Mpapa, como se autodenominan, inició un esfuerzo para que las niñas regresaran a la escuela, para rescatar a las niñas del matrimonio precoz y forzado, y para enseñar a las y los jóvenes acerca de sus derechos en materia de salud sexual y reproductiva.

La tasa anual de deserción escolar en la escuela primaria de Mpapa se desplomó, y más de mil niñas regresaron a la escuela.

Ahora esas niñas se están educando, empoderando y están decididas a crear un futuro mejor no sólo para sí mismas sino para sus familias, sus comunidades y sus países. “He tomado la decisión de centrarme en mi educación para poder ser una mujer independiente y empoderada”, manifestó Aisha Kayima, de 15 años, una de las niñas a las que se ha llegado con el programa, que cuenta con el apoyo del UNFPA.

Un llamado a asegurar la autonomía corporal

También lo hizo el llamamiento a que se emprendieran esfuerzos concretos para empoderar a las mujeres y asegurar su autonomía corporal mediante el apoyo a los derechos en materia de salud sexual y reproductiva, la educación sexual integral y la planificación familiar. 

“Tenemos que preguntarnos por qué, desde los tiempos de Matusalén, la biología de las mujeres las ha condenado, relegándolas a una vida carente de amplias libertades”, preguntó la Dra. Kanem. “Tenemos que entender que la anticoncepción está empoderando a las mujeres y además evita que mueran innecesariamente durante el parto”.

El UNFPA está dirigiendo la Coalición de Acción del Foro sobre Autonomía Corporal y Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos, que reúne a gobiernos y organizaciones de todo el mundo para avanzar hacia la elección y libertad reproductivas para todas las mujeres y niñas.

En ese esfuerzo, las jóvenes feministas también están desempeñando un papel clave.

“Debemos escuchar las voces de las jóvenes que hablaron hoy ante nosotros y dejaron muy claro que están dispuestas a dirigir”, concluyó la Dra. Kanem.