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Infancia interrumpida: Tres historias de embarazo adolescente en el Paraguay
- 28 Noviembre 2023
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Asunción, Paraguay – A nadie pareció importarle que Noelia* consiguiera novio. Nadie en su familia dijo una palabra, a pesar de que su novio tenía 18 años y ella tenía apenas 13.
Cuando Noelia fue a ver al cardiólogo que la había atendido desde su nacimiento en el servicio público de salud, el médico le explicó el riesgo de embarazo, pero no cómo prevenirlo. Aunque su madre la acompañaba a las citas médicas y sabía de la relación de su hija, no expresó ninguna preocupación. Tampoco lo hizo nadie en la escuela, ni le explicaron sobre el abuso sexual o los métodos anticonceptivos.
En poco tiempo Noelia dejó de ir a la escuela, y después dejó de ir al servicio de salud. Estaba embarazada.
Con seis meses de embarazo, Noelia fue llevada de urgencia al hospital con insuficiencia cardíaca congestiva. Noelia y su feto perdieron la vida.
Uno de cada cuatro casos de muerte materna en el Paraguay ocurre en niñas de entre 10 y 19 años. Las niñas de entre 15 y 19 años que quedan embarazadas en Paraguay enfrentan el doble de riesgo de muerte materna; para las niñas de entre 10 y 14 años, el riesgo se cuadruplica. Los bebés nacidos de madres adolescentes también tienen un 50 % más de probabilidades de morir durante su primer año de vida.
Aunque se han logrado algunos avances, la tasa de fecundidad de las adolescentes del país sigue siendo la más alta del Cono Sur, con 72 nacimientos por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 19 años. Esta tasa es un 50 % más alta en las zonas rurales, y 2,5 veces más alta entre las adolescentes indígenas.
Debido a que cuenta con una de las tasas de mortalidad materna más altas de la región, junto con altas tasas de pobreza y desigualdad, el embarazo en la adolescencia presenta un desafío urgente para las comunidades y las familias en Paraguay, con tristes consecuencias que suelen ser fatales para las niñas.
Isabel*
Isabel tenía 13 años cuando quedó embarazada. Aunque el hombre que vivía con ella tenía 40 años, nadie denunció la situación como de corte abusivo.
Cuando llegó el momento de dar a luz, Isabel enfrentó complicaciones y se vio obligada a someterse a una cesárea. Su corazón se detuvo en medio del procedimiento.
Las altas tasas de embarazos de adolescentes se deben en gran medida a la escasez de servicios de salud sexual y reproductiva, así como a la falta de una educación sexual integral en el sistema de educación formal. Sin recursos adecuados, las comunidades carecen de las herramientas necesarias para proteger a las niñas y adolescentes de los daños. Como resultado de ello, a las adolescentes a menudo se les presiona para que se casen y tengan hijos: En 2017, casi el 40 % de las niñas menores de 15 años en el Paraguay estaban en unión en el momento del parto.
El UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas a cargo de las cuestiones relacionadas con la salud sexual y reproductiva, está trabajando para aumentar la disponibilidad de información culturalmente sensible sobre derechos sexuales, anticonceptivos y otros métodos de control de la natalidad para los grupos vulnerables del Paraguay, incluidas las adolescentes, las comunidades rurales y las personas que viven en la pobreza.
Como resultado de un proyecto trienal, que se ejecutó de 2017 a 2020 con el apoyo del UNFPA y el Gobierno de la India, el Gobierno del Paraguay ha creado un programa nacional para enfrentar el abuso sexual y el embarazo de adolescentes en el país. La iniciativa está dirigida por el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, el Ministerio de Educación y Ciencias y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Miriam*
Cuando las funcionarias de salud pública visitaron la casa de Miriam, su abuela les dijo que nada andaba mal. Habían comenzado a circular rumores sobre el bienestar de Miriam, pero su abuela negó que fueran ciertos.
Las mismas funcionarias de salud pública visitaron a Miriam en la escuela. Miriam estaba enferma, pero su abuela afirmó que no había nada de qué preocuparse. Su estado empeoró y pronto fue derivada al hospital público con síntomas que sugerían que se había sometido a un aborto peligroso.
Miriam murió en cuidados intensivos 52 días después, justo después de cumplir 14 años. Nunca se descubrió quién abusó de ella, ni quién la obligó a tener un aborto.
En todo el mundo, el 55 % de los embarazos no planificados entre las adolescentes de 15 a 19 años terminan en abortos, muchos de los cuales no son seguros. El aborto en condiciones de riesgo es una de las principales causas de muerte materna, especialmente entre adolescentes, pero esto puede prevenirse garantizando que las comunidades tengan acceso a servicios adecuados de planificación familiar, educación sexual integral e información culturalmente sensible sobre la prevención de la violencia de género y otros daños.
El UNFPA está trabajando para reducir los embarazos de adolescentes en el Paraguay y para mantener a las niñas a salvo de la explotación y el daño. Las niñas tienen derecho a tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y su salud reproductiva. Cuando protegemos el derecho a la salud sexual y reproductiva para todas y todos, las niñas pueden alcanzar su máximo potencial y ayudarse a sí mismas y a sus sociedades a prosperar.
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Directora Ejecutiva del UNFPA, Dra. Natalia Kanem , llamó a la comunidad internacional a actuar: “Cualquier entorno, sea digital o analógico, debe ser un espacio sin violencia de género. En este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer volvamos a comprometernos con acciones concretas que protejan a las mujeres y las niñas en toda su diversidad. Reiteremos nuestro compromiso de construir un mundo más justo, integrador y equitativo, en el que las mujeres y las niñas puedan vivir en paz”.
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*Se han cambiado los nombres por motivos de seguridad y privacidad.