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Explicación: ¿Qué es el UNFPA y por qué es importante?

Realizan un ultrasonido a una mujer con un pañuelo amarillo en la cabeza en una sala de examen morada. El ultrasonido muestra la imagen de un feto en el celular de la partera
Una partera realiza un examen de ultrasonido a Anitha Bosco, de 35 años, en un centro sanitario de Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo. © UNFPA RDC /Junior Mayindu
  • 24 Enero 2025

NACIONES UNIDAS, Nueva York – Elegir si tener hijos, cuándo y con quién. Dar a luz en condiciones seguras. Vivir libre de violencia sexual y de género. Son derechos ahora consagrados en el derecho internacional, pero aún están fuera del alcance de demasiadas personas. Por eso el UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud sexual y reproductiva, trabaja en más de 150 países con gobiernos, expertos, organizaciones y comunidades para garantizar la salud y los derechos de las mujeres y las niñas de todo el mundo.

¿Cuál es el objetivo del UNFPA?

La misión del UNFPA es conseguir un mundo en el que todos los embarazos sean deseados, todos los partos sean seguros y se aproveche el potencial de todos los jóvenes. Para ello, aspiramos a que los derechos sexuales y reproductivos sean una realidad para todos. Esto significa garantizar que todas las personas, especialmente las mujeres y las generaciones más jóvenes, puedan acceder a servicios de salud sexual y reproductiva de alta calidad, incluida la planificación familiar voluntaria, para que puedan tomar decisiones informadas sobre sus vidas y su futuro. 

¿Por qué existe un organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud y los derechos reproductivos? Porque no solo son inmensamente importantes a nivel privado e individual, sino que sus consecuencias se extienden a sociedades, economías y a toda la humanidad. 

¿Cómo nos afectan los derechos reproductivos?

Las violaciones de los derechos reproductivos (desde la violencia sexual y de género, el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina hasta la negación de información y acceso a métodos anticonceptivos) impiden que las mujeres y los jóvenes alcancen su pleno potencial. Las niñas que se quedan embarazadas siendo todavía niñas suelen abandonar la escuela. Las mujeres que no pueden espaciar sus embarazos son vulnerables a complicaciones, discapacidad e incluso la muerte. El balance de estas tragedias individuales es, de hecho, mundial.

 Un hombre con una sudadera del UNFPA ayuda a montar una tienda de campaña que servirá de clínica móvil]
Instalación de una clínica móvil del UNFPA tras el terremoto de Karnali, en Nepal. © UNFPA Nepal/Bikash Karki 

Por tanto, toda inversión en salud sexual y reproductiva y para acabar con la violencia de género es también una inversión en economías más inclusivas, sólidas y resistentes. En un momento en que la cooperación mundial y la financiación humanitaria se están viendo atacadas y las crisis provocadas por el cambio climático se cobran un precio incalculable, negar a las mujeres y las niñas el derecho y el acceso a una atención que puede salvarles la vida es una temeridad a nivel humano, económico y social.  

¿Qué hace el UNFPA?

A pesar de décadas de avances, seguimos viviendo en un mundo en el que cada dos minutos muere una mujer o una niña por causas prevenibles relacionadas con el embarazo o el parto. Al menos una de cada tres mujeres sufre violencia física o sexual en algún momento de su vida debido a su género.

El UNFPA trabaja para lograr tres objetivos fundamentales: acabar con las muertes maternas prevenibles, acabar con la necesidad insatisfecha de planificación familiar y acabar con la violencia de género y las prácticas nocivas. 

Para avanzar en este primer objetivo, el UNFPA es líder mundial en el desarrollo y la mejora de los estándares de la atención de salud materna y la formación de parteras. En particular, el UNFPA defiende la partería como un medio de bajo costo y gran eficacia para llegar rápidamente a las mujeres y salvar vidas incluso en los terrenos más difíciles. Si se invirtiera plenamente y se ampliara, la atención de partería podría evitar dos tercios de las muertes maternas y neonatales.

Consciente de que casi la mitad de los embarazos del mundo son no intencionales, el UNFPA es una fuente mundial fundamental para la planificación familiar. Esto ayuda a niñas y jóvenes a evitar embarazos no intencionales y evita que se produzcan abortos, además de salvar vidas: a nivel mundial, las complicaciones en el embarazo y el parto son una de las principales causas de muerte entre las adolescentes y el aborto en condiciones de riesgo es una de las principales causas de muerte materna en general. 

Solo en 2023, los programas del UNFPA ayudaron a llegar a 27 millones de mujeres y jóvenes con servicios de salud sexual y reproductiva. Los programas de anticoncepción apoyados por el UNFPA ayudaron a prevenir casi 18 millones de embarazos no intencionales, cerca de 6 millones de abortos en condiciones de riesgo y alrededor de 34.000 muertes maternas.

El UNFPA es también líder en la prevención, tratamiento y erradicación de la violencia de género, la violación de los derechos humanos más extendida del mundo. Además de apoyar las medidas de protección, los espacios seguros y el manejo clínico de violaciones, el UNFPA también trabaja para hacer frente a las creencias perjudiciales que sustentan actos como la mutilación genital femenina, los abusos sexuales y de pareja y el matrimonio infantil.

El UNFPA también mira hacia el futuro dando la voz de alarma sobre las formas de violencia de género perpetradas a través de las tecnologías digitales y amplificadas por ellas. Las mujeres se enfrentan a «un punto de inflexión... con la prevalencia de la extorsión cibernética», afirma Abeer en Yemen.

¿Cómo llega el UNFPA a las personas más vulnerables? 

La labor del UNFPA es especialmente importante en contextos humanitarios, donde las mujeres no dejan de quedarse embarazadas o de dar a luz.

El UNFPA trabaja sobre el terreno en más de 59 países afectados por crisis proporcionando atención prenatal, servicios de salud materna y protección y tratamiento en materia de violencia sexual. «No sé qué haría sin el equipo sanitario móvil», declaró Fátima*, madre y superviviente de violencia sexual, al UNFPA en Sudán. 

La salud sexual y reproductiva no debería ser un lujo solo al alcance de quienes viven en paz, seguros y con estabilidad económica. Todas las mujeres, en todas partes, merecen autonomía corporal, empoderamiento y atención sanitaria; por eso es importante la labor del UNFPA. 

Massiala Agostinho, que estaba embarazada de ocho meses cuando un ciclón azotó su hogar en Madagascar, se sintió reconfortada por la llegada de una clínica móvil a su comunidad. «Nos muestra que no estamos solos», afirmó. 

Una mujer vestida de rosa sonríe levemente mientras se prepara para recibir una inyección anticonceptiva
Una mujer recibe una inyección anticonceptiva en un centro sanitario de una zona de Zambia afectada por la sequía. Su marido recibió información sobre cómo prevenir la violencia de género. «Muchos hombres no se dan cuenta de que si insistes en tener relaciones sexuales con tu mujer y ella no quiere, eso es abuso», comentó. © UNFPA Zambia/Carly Learson 

 

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