Como sociedad global, nuestro avance depende de cuán lejos están quienes están más atrás.
Nuestro futuro colectivo exige abordar las causas profundas del racismo, así como del sexismo y todas las demás formas de prejuicio.
Diez años de activismo durante el Decenio Internacional de los Afrodescendientes han dado lugar a algunos progresos para las y los afrodescendientes, y el mundo reconoce cada vez más sus contribuciones a la equidad, la paz y la prosperidad mundiales. Los movimientos dirigidos por afrodescendientes han creado conciencia sobre cuestiones clave, como la inclusión, la educación, la atención de la salud y la acción policial en todo el mundo.
En respuesta a esto, los países están aplicando políticas de acción afirmativa, promulgando leyes contra la discriminación racial, recopilando datos para incluir a las personas afrodescendientes y elaborando planes de acción para promover sus derechos.
Teniendo esto presente, el tema del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial de este año es: “Una década de reconocimiento, justicia y desarrollo: Aplicación del Decenio Internacional para los Afrodescendientes.” El día se celebra anualmente el 21 de marzo, fecha en que la policía de Sharpeville, Sudáfrica, abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra el apartheid en 1960.
El UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas a cargo de las cuestiones de salud sexual y reproductiva, trabaja para promover los derechos de las y los afrodescendientes, en particular las mujeres, las niñas y las y los jóvenes, aumentando la visibilidad de sus experiencias e instando a adoptar medidas específicas para garantizar su dignidad y permitirles alcanzar su potencial.
Queda un largo camino por recorrer. Los legados racistas del colonialismo y la trata transatlántica de esclavos siguen limitando el acceso a la educación, el empleo y los servicios de salud para las minorías étnicas y raciales, en particular las mujeres y las niñas, poniendo en peligro de ese modo el bienestar no sólo de las personas sino de comunidades enteras.
Las mujeres y las niñas de minorías étnicas y raciales siguen estando entre las personas más marginadas del mundo, ya que el racismo y el sexismo estructurales siguen impidiendo su acceso a la salud, así como su empoderamiento y autonomía. A modo de ejemplo, en los entornos de salud materna de todo el continente americano, las afrodescendientes tienen más probabilidades de morir durante el parto debido a la negligencia y el maltrato de los proveedores, muchos de los cuales recibieron capacitación que involucraba creencias no científicas y racistas.
A pesar de este peligro, los malos resultados en materia de salud de las mujeres y las niñas afrodescendientes siguen siendo invisibles en muchos países. En ese sentido , un estudio reciente del UNFPA y sus asociados sobre la salud de las y los afrodescendientes en el continente americano reveló que, de los 35 países que lo constituyen, solo 11 recopilan datos de salud materna desglosados por raza.
Cuando se dispone de datos, la mayor discrepancia en las tasas de mortalidad materna se da en los Estados Unidos, donde las mujeres negras tienen tres veces más probabilidades de morir que las mujeres blancas. Los ingresos más altos y la educación más esmerada ofrecen poca protección: las muertes maternas entre las graduadas universitarias afroamericanas en Estados Unidos son 1,6 veces más altas que entre las mujeres blancas con menos de un diploma de escuela secundaria.
El mundo debe invertir urgentemente en el empoderamiento económico y social de las mujeres y las y los miembros de grupos minoritarios. Esto incluye presionar a los gobiernos, las instituciones educativas y el sector de la salud para que desmantelen la discriminación sistémica contra las mujeres y niñas de minorías étnicas y raciales y aumenten su participación en las políticas de salud materna.
Esta primavera, para conmemorar el Decenio Internacional de los Afrodescendientes y el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos, las Naciones Unidas acogerán dos nuevas exposiciones en las que se destacarán los horrores de la esclavitud y los actos de resistencia.
En una de las nuevas exposiciones, el Programa de Divulgación de las Naciones Unidas sobre la Trata Transatlántica de Esclavos y la Esclavitud, en colaboración con los Museos Iziko, de Sudáfrica, presentará una adaptación de la exposición “¿Quiénes fueron los esclavizados? Conmemorando vidas bajo esclavitud en el Cabo de Buena Esperanza.” Originalmente presentada en el Iziko Slave Lodge de Ciudad del Cabo, en 2023, la exposición examina la esclavitud en Sudáfrica y destaca historias de individuos esclavizados en el Slave Lodge en los 30 años que sirvió para este propósito a principios del siglo XVII.
La exposición se exhibirá en el vestíbulo de visitantes de la Sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, del 19 de marzo al 25 de abril, y podrá ser visitada por el público de lunes a viernes, de las 9.00 a las 17.00 horas, pero no en días feriados. Haga clic aquí para obtener más información sobre cómo acceder a las Naciones Unidas.
En la otra nueva exposición, el UNFPA, con el apoyo del Programa de Divulgación de las Naciones Unidas sobre la Trata Transatlántica de Esclavos y la Esclavitud, presentará “Ibo Landing” con dibujos originales del artista jamaiquino-estadounidense Donovan Nelson. Los Ibo, también conocidos como Igbo, son uno de los grupos étnicos más grandes de África Occidental. En 1803, un grupo de personas esclavizadas de esta región cometió uno de los actos de resistencia más trágicos e históricos en desafío a la esclavitud, al suicidarse ahogándose después de llegar al estado estadounidense de Georgia.
La exposición, que recoge el dolor y los horrores de este acontecimiento histórico, se exhibirá del 25 al 28 de marzo, cerca del Vienna Café en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Se anima a los asistentes a registrarse aquí.
