Hoy se cumple un año del día en que 8.300 delegados de 170 países se dirigieron a Nairobi para volver a comprometerse con los objetivos establecidos en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), que tuvo lugar en El Cairo en 1994. La histórica conferencia declaró que la salud sexual y reproductiva es un derecho humano fundamental, y afirmó que el empoderamiento de las mujeres y las niñas es la base de un mundo justo, seguro y equitativo.
La Cumbre de Nairobi de 2019 promovió la agenda de El Cairo. Gobiernos, corporaciones, organizaciones y personas prometieron destinar más de USD 8 mil millones, e hicieron 1.250 compromisos con miras a lograr los tres ceros para 2030, que es el mismo plazo que tenemos para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: cero necesidades insatisfechas de planificación familiar; cero muertes maternas prevenibles; y cero violencia por motivos de género y prácticas nocivas, incluidos el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
La COVID-19 ha hecho que nuestra marcha sea más desafiante, pero no la ha hecho imposible. En septiembre, el UNFPA convocó una Comisión de Alto Nivel para mantener encaminados los compromisos de Nairobi, a fin de aprovechar nuestro impulso y permitir que las victorias alcanzadas impulsen a su vez más victorias. Los principales Gobiernos donantes están entregando (y superando) las cantidades anunciadas el año pasado, basadas en una visión ambiciosa y alcanzable de derechos y opciones para todas y todos.
"Los compromisos asumidos en Nairobi son ahora más críticos que nunca. Lejos de moderar nuestras aspiraciones, la COVID-19 ha reforzado nuestro enfoque y determinación”, manifestó la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del UNFPA. "Me alienta ver que tantos Gobiernos y asociados del sector privado y de la sociedad civil tomen medidas audaces para respaldar nuestros esfuerzos colectivos y cumplir nuestras promesas a las mujeres y las niñas".
Los aniversarios marcan una ocasión de gran importancia y sirven como recordatorio tanto del progreso realizado como del trabajo que queda por hacer. También pueden ser oportunidades para renovar la fe y la esperanza en un camino elegido. Este camino comenzó en El Cairo, continuó hasta Nairobi y conducirá a un mañana mejor y más brillante.
