El territorio palestino ocupado

El alto el fuego es un avance de vital importancia para la población de Gaza que ha sufrido los horrores de la guerra y la devastación, y para los rehenes en Gaza y sus familias en Israel y en todo el mundo, que tanto han padecido.

El alto el fuego trae algo de esperanza para el millón de mujeres y niñas que han vivido bajo los bombardeos, sin seguridad ni atención sanitaria adecuada, en Gaza. Menos de la mitad de los 36 hospitales de Gaza siguen en funcionamiento, lo que priva de acceso a una atención sanitaria crítica a mujeres y niñas, entre ellas unas 150.000 mujeres embarazadas y nuevas madres. Además, han perdido hogares y a seres queridos, y carecen de lo más básico para sobrevivir: alimentos, agua, refugio adecuado y protección.

Los toques de queda y las restricciones a la circulación en la Ribera Occidental, que se han intensificado durante mucho tiempo, también han afectado a los medios de subsistencia de las personas y les han impedido llegar a las escuelas, a los centros de trabajo, a reunirse con sus familias y a los centros sanitarios, incluidas las 73.000 mujeres que están embarazadas en la actualidad.

La respuesta inmediata del UNFPA en Gaza se centra en atender las necesidades vitales. Ya han llegado suministros a Gaza, incluidos medicamentos esenciales para partos seguros, madres y recién nacidos, artículos de higiene, tiendas de campaña, mantas y ropa de invierno. A largo plazo, apoyaremos los esfuerzos de recuperación y reconstrucción para restablecer los servicios de salud y protección, garantizando que las mujeres, las niñas y los jóvenes sean el centro de estos esfuerzos.

Actualizado el 04 de febrero de 2025