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Explicación: Por qué motivo invertir en las mujeres y las niñas beneficia a todas las personas

 Un grupo de estudiantes sentados en un aula
Estudiantes del Liceo Moderno de Bouna aprenden sobre temas relacionados con la sexualidad temprana en Côte d'Ivoire, donde las y los jóvenes representan más de tres cuartas partes de la población.© UNFPA Côte d'Ivoire/Ollivier Girard
  • 06 de marzo de 2025

NACIONES UNIDAS, Nueva York – El derecho a ir a la escuela. El derecho a participar en la fuerza laboral. El derecho al voto. El derecho a tener una cuenta bancaria. El derecho a elegir si tener hijos. El derecho a usar anticonceptivos, o no. El derecho a vivir libre de violencia. El derecho a decir sí o no al sexo. El derecho a casarse (si, cuándo y con quién quiera). Para las mujeres y las niñas, estos derechos están lejos de estar garantizados, y muchas todavía deben luchar para defenderlos.

Las mujeres han reclamado sus derechos durante décadas de promoción, acuerdos mundiales, reformas de políticas, legislación internacional y, quizás lo más importante, mediante una creciente conciencia de cómo la igualdad de género beneficia no solo a las mujeres y las niñas, sino a todos los integrantes de la sociedad.

Sin embargo, todavía hoy en día las mujeres y las niñas enfrentan represión, obstáculos, obstrucción, incluso la amenaza de violencia y encarcelamiento, cuando defienden sus derechos sexuales y reproductivos. Los avances alcanzados van retrocediendo, especialmente para los grupos marginados y las personas en situaciones de crisis humanitarias.

¿Por qué? Una razón es quizás el malentendido de que la igualdad de género solo beneficia a las mujeres y las niñas. De hecho, la igualdad de género beneficia a todas las personas. A continuación exploramos tres razones por las que el mundo debe invertir en los derechos de las mujeres para garantizar el progreso para todas y todos.

1. Porque la violencia contra las mujeres y las niñas es una crisis mundial

Two women outside a wooden home. One of them has a UNFPA-branded blue vest, the other holds a small child
Dafne Aquino y su equipo organizan talleres para prevenir y concienciar sobre la violencia de género en la provincia de Condorcanqui.  © UNFPA Perú / Polo Santos

La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas por el mundo. Cada tres segundos una adolescente se casa en algún lugar del mundo. Una mujer o una niña es asesinada cada 10 minutos por su pareja íntima o por un familiar. Alrededor de 1 de cada 3 mujeres en todo el mundo ha sido objeto de violencia física y/o sexual a lo largo de su vida. “La violencia de género no es solo discriminación, también significa violación, asesinato, golpizas y humillación”, explicó Dafne Aquino, psicóloga que trabaja con el UNFPA para brindar información y servicios de salud esenciales a las indígenas de la Amazonía peruana.

Los estudios muestran que en el África subsahariana, cuando la proporción de mujeres afectadas por la violencia de género aumenta incluso un punto porcentual, la actividad económica disminuye hasta un 8 %, principalmente debido a la disminución del empleo femenino. Por cada dólar adicional gastado en la prevención de la mutilación genital femenina, para 2050 se acumularían 10 dólares en beneficios. Las inversiones para evitar 230 millones de casos de matrimonio infantil producirían 5,1 millones de millones de dólares en beneficios económicos para 2050.

Un paso crítico hacia la eliminación de la violencia es la igualdad de género, y lograr esto no solo ayuda a las mujeres y las niñas, sino que también mejora enormemente los resultados que alcanzan los hombres. Los estudios demuestran que la igualdad de género reduce las tasas de mortalidad de los hombres, incluso al reducir el riesgo de muerte violenta en un 40 por ciento .

2. Porque los derechos reproductivos son derechos humanos

 Un hombre con camisa de rayas carga a su hijo pequeño, que está envuelto en una manta. La madre del niño, que lleva un hijab negro, sonríe detrás.
Tatu Omar Sharif y su esposo Juma Hamad Kombo con uno de sus ocho hijos. La pareja decidió utilizar conjuntamente la planificación familiar para invertir en los hijos que tienen. © UNFPA Tanzania/Karlien Truyens

Hay innumerables pruebas que muestran que el que las mujeres puedan elegir y acceder a la anticoncepción que mejor se adapte a sus necesidades ofrece beneficios. A medida que disminuyen los embarazos no planificados y adolescentes, más niñas pueden continuar su educación y desarrollar aptitudes profesionales, aumentando así la participación de las mujeres en la fuerza laboral y en la sociedad, con mejores resultados para las economías, la paz y la seguridad. Los estudios demuestran que por cada $1 adicional que se gaste en servicios anticonceptivos, los costos de la atención relacionada con el embarazo y el recién nacido se reducen en $3. 

Tatu Omar Sharif y su esposo viven con sus ocho hijos en la isla de Pemba, en Zanzíbar, en la República Unida de Tanzanía. “Mi esposo y yo no queríamos tener muchos hijos; me causaba sorpresa estar embarazada de nuevo”, comentó al UNFPA. Cuando la pareja aprendió sobre planificación familiar juntos en una clínica, vieron que era una manera de proporcionar un futuro mejor. “Queremos utilizar un método de planificación familiar para poder cuidar bien a los hijos que ya tenemos”.

Cuando todas las personas pueden tener el número de hijos adecuado, las familias están en mejor posición para educarlos y cuidarlos, lo que da lugar a una fuerza laboral más saludable, más calificada y más productiva. En 2024, el UNFPA proporcionó anticonceptivos por un valor de 139 millones de dólares solo a través de su Alianza de Suministros, lo que ahorró a los países 752 millones de dólares a partir de la reducción de los costos de atención sanitaria del embarazo, el parto y la atención posterior al aborto. Esto podría evitar 9,9 millones de embarazos no planificados, 224.000 muertes maternas y neonatales y 2,97 millones de abortos en condiciones de riesgo. 

3. Porque las mujeres todavía corren el riesgo de morir mientras dan a luz

Una mujer vestida con rayas azules y negras carga a un bebé recién nacido.
Con nueve meses de embarazo, Amina (izquierda) huyó de su casa en el estado de Aj Jazirah cuando estalló la violencia a su alrededor, y finalmente dio a luz en el piso de la casa de un desconocido. © UNFPA Sudán

Las inversiones en salud reproductiva no solo reducen la mortalidad materna, sino que también reducen las lesiones y complicaciones de salud en el parto y promueven el bienestar de las madres y los bebés por igual. El fortalecimiento de la capacitación y la atención de parteras por sí solo podría evitar más del 40 % de las muertes maternas, el 39 % de las muertes neonatales y el 26 % de los natimuertos, lo que equivale a salvar 2,2 millones de vidas anualmente para 2035. 

 Más del 60 % de todas las muertes maternas se producen en crisis humanitarias y entornos frágiles, lugares en los que las mujeres a menudo no pueden acceder a la atención y la nutrición necesarias. Para Amina, en Sudán, su supervivencia dependía de la amabilidad y habilidad de un extraño, que realizó una cesárea en el suelo de su casa. “Tuve que empezar a caminar de nuevo solo seis horas después, cargando a mi bebé mientras mis heridas todavía estaban frescas y eran dolorosas”, relató al UNFPA.

Cuando las madres mueren, sus hijos son muchas veces más propensos a morir también, y si sus hijos sobreviven tienen peor nutrición y escolaridad. Sin embargo, por solo $1 destinado a la planificación familiar y la salud materna, se obtendrían $8,4 en beneficios económicos. ¿Cómo? Cuando las mujeres embarazadas tienen acceso a servicios de salud prenatal y materna de calidad, disminuyen las tasas de mortalidad, las complicaciones y la discapacidad, lo que aumenta no solo la esperanza de vida y la productividad, sino también la salud y el bienestar a través de las generaciones. En general, las mujeres y las sociedades prosperan cuando tienen la libertad de tomar sus propias decisiones sobre sus cuerpos y su futuro.

Una marcha hacia la igualdad de género

No hay igualdad entre los géneros sin igualdad de derechos y salud sexual y reproductiva: la salud, el bienestar y la autonomía de las mujeres dependen de la salud sexual y reproductiva. El cambio social y el progreso dependen de que las mujeres tengan los mismos derechos y estén en posición de reclamarlos.

El UNFPA calcula que se necesitan 222 mil millones de dólares para que no haya muertes maternas prevenibles, para que no haya necesidades no satisfechas de planificación de la familia y para que no haya violencia de género ni prácticas nocivas para 2030.

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