“Ahora soy esa amiga molestona que va a fiestas y les entrega condones a mis amigos”, explica Jennifer, de 22 años, riéndose.
Una pasante de la Fundación México Vivo, organización socia del UNFPA, la agencia de la @ONU_es para la salud sexual y reproductiva, Jennifer dice que quiere evitar que sus amigos contraigan infecciones de transmisión sexual. También alienta a las personas a hacerse chequeos de salud sexual y comparte información sobre salud, derechos y opciones.
Jennifer, que vive en la Ciudad de México, aprendió sobre estos temas a través de un programa del UNFPA llamado SAFETEEN First, una iniciativa de educación sexual integral apoyada por Reckitt e implementada en coordinación con la Fundación México Vivo.
Aquí, el UNFPA va tras bambalinas con Jennifer y otros jóvenes líderes para ilustrar cómo están marcando la diferencia en sus comunidades en México.
Poder hablar abiertamente con sus compañeros sobre salud sexual, derechos y opciones es un efecto directo del programa. “Crecí en un hogar muy tradicional”, cuenta Jennifer, quien pasó su infancia en el estado de Nuevo León, al norte de México, antes de mudarse a la Ciudad de México. “En el norte, los roles de género son muy específicos y muy bien definidos, especialmente para las mujeres”.
Jennifer ayuda a orientar a sus amigas y amigos en la Ciudad de México.
“Todo lo que he aprendido en México Vivo ha sido totalmente diferente de lo que he estudiado en la escuela”
“Me gustaría pasar de ser la discípula a ser la mentora; en realidad me encantaría, y completaría el círculo”.
Desde diciembre de 2022, la asociación entre Reckitt y el UNFPA imparte educación sexual integral en aulas y talleres de México, Pakistán y Tailandia. Solo en México, el proyecto tiene un impacto en 20,000 jóvenes cada año.
La educación sexual integral proporciona información precisa, apropiada para la edad y sin prejuicios. Conduce a menos embarazos, menos enfermedades y menos abuso. Vivir una vida segura y saludable puede ayudar a las y los jóvenes a aprovechar todo su potencial.
Karol, de 16 años, asistió a los talleres de SAFETEEN en Puebla. “Este conocimiento es sumamente importante, y me ayudará a lograr mis metas”, dice.
“Un embarazo no planificado a edad temprana puede interponerse en tu camino y limitar tus sueños. Cuidar de un bebé es una gran responsabilidad”.
En Puebla, a 130 km al este de la Ciudad de México, Gladis, de 16 años, viaja tres horas al día para llegar a la escuela. Está feliz de hacerlo. Su propia madre fue madre adolescente, y Gladis ha visto los sacrificios que su madre y sus abuelos han hecho para mantenerla.
“Mis padres y abuelos han hecho tanto para asegurarse que tenga una buena vida, quiero poder devolverles el esfuerzo”, dice Gladis. Gracias a su escuela, su familia y el acceso a una educación sexual integral, Gladis puede tomar decisiones informadas, y sus opciones son muy abiertas. Está pensando en seguir los pasos de su madre y convertirse en maestra, o desarrollar su amor por los animales en una carrera en veterinaria.
Con el apoyo de Reckitt, SAFETEEN First busca llegar a más de medio millón de jóvenes para finales de 2025 en los tres países en dondepresta servicios.
La salud sexual no se trata solo de estar libre de enfermedades. Iniciativas como ésta contribuyen significativamente a empoderar y proteger a las mujeres, las niñas y las juventudes.
Tener acceso al conocimiento a una edad temprana puede tener un efecto transformador en la vida y el futuro de las personas.
"Creo que la mayoría de la gente debería tener acceso a la educación sexual integral a una edad más temprana.
Yo también lo habría agradecido si hubiera tenido la oportunidad"
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