En Ghana y Kenya, 28 jóvenes diseñadores de moda han venido presentando sus primeras colecciones de pasarela.
Gracias a una asociación entre el Grupo PRADA y el UNFPA, distintas casas de moda ofrecieron su tiempo para enseñar a las y los jóvenes competencias de diseño profesional y compartieron sus conocimientos sobre cómo prosperar en el sector de la moda.
Invertir en niñas y adolescentes ayuda a allanar el camino hacia la independencia financiera y a mujeres más empoderadas que tienen autonomía sobre sus cuerpos y sus vidas.
En la capacitación se integraron sesiones sobre temas de salud y derechos sexuales y reproductivos, para reducir la vulnerabilidad de los participantes a las desigualdades de género y las prácticas nocivas.
La jóvenes que participaron tenían el deseo de hacer una carrera en el sector de la moda, pero encontraron obstáculos que se lo impedían. “Cuando escuché sus historias, me sentí motivada”, admite Peggy Onyango, fundadora y diseñadora de moda de las colecciones Peggy O en Kenya. “Se trata de niñas de zonas marginadas, otras son madres jóvenes y otras han abandonado la escuela”.
Todas las y los mentores participantes describen el modo en que crece la confianza de las niñas durante el entrenamiento. “Al llegar eran un poco tímidas, pero se han convertido en mujeres felices y capaces de expresarse”, señala Liz Njoroge, diseñadora de moda y fundadora y CEO de su propia marca.
Carole Mutanu de Kitui, Kenya, abandonó la escuela cuando era muy joven. “Me encontré en un matrimonio precoz y pasé por un período extremadamente difícil”, cuenta.
Ahora está orgullosa de reconocerse como diseñadora de moda. “Fashion Expressions me ha rescatado”.
“Quisiera ofrecer aliento a niñas que hayan tenido experiencias desafiantes similares a las mías. Abandonar la escuela o escapar de matrimonios rotos nunca debe ser visto como el final de la vida”.
La joven madre Juliet Mueni Nduti confiesa que soñó con ser diseñadora desde que tiene uso de razón, pero no había fondos para pagar su formación. Antes de Fashion Expressions estaba trabajando en una granja, haciendo tareas generales para mantener a su hijo.
“Al principio tuve problemas de comunicación, ya que era difícil interactuar con los clientes. Ahora confío en mi capacidad para comunicarme eficazmente con los clientes, y he adquirido conocimientos sobre cómo comercializar mi negocio de manera eficaz”.
“En el futuro quiero convertirme en gran diseñadora en Kenya. Mantendré a mi familia y educaré a mi hijo”.
No solo los impresionantes vestidos provocan una reacción en cadena. Entre las ambiciones de las niñas se cuenta transmitir lo que han aprendido. “Quiero tener una casa de moda que me permita entrenar a jóvenes en la calle y darles una vida mejor, para que también puedan mantenerse a sí mismas”, declara Melody, de Ghana.
Las nuevas diseñadoras se embarcan en sus próximos pasos con un creciente sentido de confianza en sí mismas, conocimiento de prácticas sostenibles y ambientales, una capacidad de mezclar estilos contemporáneos y tradicionales, y el conocimiento necesario para llevar al mercado sus singulares diseños.
Gracias a PRADA y a las y los mentores de la casa de moda.
En Kenya:
En Ghana:
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