Desde julio de 2024, las extensas y recurrentes inundaciones han afectado a cada una de las 23 provincias de Chad, ya que las fuertes lluvias han provocado que el río Chari, de 1.400 kilómetros de largo, que fluye a través de gran parte del sur de Chad, se desborde repetidas veces.
Más de 2 millones de personas se han visto afectadas, con más de 13.000 personas desplazadas de sus hogares y aproximadamente 1 millón de mujeres y niñas que necesitan servicios de salud sexual y reproductiva.
El UNFPA, la agencia de la @ONU_es para la salud sexual y reproductiva, se reunió con personas cuyas casas a orillas del río en Yamena, la capital de Chad, han quedado completamente sumergidas. Muy cerca, en un campamento para desplazados en la zona de Toukra de la ciudad, vemos cómo es la vida de algunas de las 4.000 personas que se alojan allí en medio de la crisis climática.
Además de apoyar a las personas desplazadas internamente por las inundaciones, Chad acoge a más de 1 millón de refugiados de Sudán, incluidas 700.000 personas que han huido del conflicto del país. Crisis como ésta aumentan el riesgo de violación y violencia de género, necesidades anticonceptivas insatisfechas, embarazos no planificados y muertes maternas prevenibles.
Las parteras capacitadas por el UNFPA están salvando vidas en Chad, pero debido a la grave falta de financiación, la necesidad de servicios supera la oferta, y deja a miles de mujeres y niñas sin acceso a servicios de atención y protección de la salud sexual y reproductiva.
La respuesta del UNFPA en Chad, así como toda su labor básica, deben financiarse plenamente para que la agencia y sus asociados puedan seguir proporcionando a las mujeres y las niñas suministros y servicios esenciales, especialmente en medio de las peores crisis y desastres.
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