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Reportaje fotográfico
Casi el noventa por ciento de la población de Gaza, 1,9 millones de personas, se ha visto desplazada al menos una vez por las órdenes de evacuación emitidas por las Fuerzas de Defensa de Israel en busca de algo que no existe: seguridad.
La mujer y su familia que aparecen en la fotografía superior han decidido quedarse en lo que queda de su casa destruida, lo que demuestra lo desesperada que es la situación. Ellos, como tantos otros en las siguientes fotos, viven en el filo de la navaja.
«El corazón está cansado, la voluntad rota y el alma ya no desea nada».
«Mi familia y yo estamos desmontando nuestra tienda y empaquetando nuestras pertenencias por segunda vez este agosto, después de habernos visto obligados a mudarnos siete veces desde octubre. ¿Cuándo acabará esto?»
La guerra en Gaza ha provocado que el embarazo sea inseguro para las mujeres. Las continuas hostilidades, las reiteradas órdenes de evacuación, el colapso del orden público y la seguridad y las dificultades para llegar a las personas necesitadas están impidiendo una respuesta humanitaria eficaz.
El UNFPA y sus asociados siguen prestando apoyo a pesar de las terribles circunstancias, pero la única manera de garantizar que la población tenga acceso a lo básico para sobrevivir (alimentos, agua, servicios sanitarios y un refugio seguro) es logrando un alto el fuego inmediato y prolongado.
Con el sistema sanitario sometido a repetidos ataques, actualmente no hay ni un solo hospital plenamente operativo en Gaza. La falta de combustible y medicinas, así como las muertes y detenciones de trabajadores sanitarios, han debilitado aún más la prestación de servicios críticos. Desde el comienzo de la guerra han sido asesinados 500 trabajadores sanitarios, lo que convierte a Gaza en el lugar más peligroso para ser un profesional de la salud.
Con el sistema sanitario en ruinas, algunas enfermeras y médicos se ofrecen voluntarios para prestar servicios médicos primarios en las tiendas de campaña para desplazados, incluida la atención a mujeres embarazadas y puérperas.
Los esfuerzos del UNFPA en Gaza incluyen el despliegue de seis unidades móviles de salud materna que proporcionan atención obstétrica de emergencia, el despliegue de más parteras en clínicas esenciales de la UNRWA, el apoyo a las supervivientes de la violencia de género y la distribución de equipos y suministros vitales a los pocos hospitales que siguen funcionando parcialmente.
«Desde el primer día de la guerra en Gaza, el UNFPA se ha comprometido plenamente a prestar servicios a las mujeres y las niñas, en circunstancias muy difíciles, para garantizar que todos los nacimientos en Gaza sean seguros y que las mujeres estén protegidas frente a cualquier forma de violencia de género», ha declarado Peninnah T. Kyoyagala, Jefa de la Oficina del UNFPA en Gaza. «Sin embargo, la situación sigue deteriorándose como consecuencia de las continuas órdenes de evacuación, que han provocado que muchas instalaciones sanitarias ahora sean inaccesibles. Esta situación catastrófica debe acabar. La guerra debe terminar ahora y no mañana».
Puedes ayudar a proporcionar servicios de atención sanitaria de emergencia a mujeres embarazadas, nuevas madres y recién nacidos, así como servicios de protección a mujeres en riesgo de sufrir violencia, apoyando al UNFPA en Gaza aquí.
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